viernes, 20 de noviembre de 2009

Quiero trabajar en algo de lo mío

Hace muchos años que en todos los servicios en los que de una manera u otra nos dedicamos a la orientación laboral, sabemos que uno de los objetivos es convencer a nuestros usuarios de los beneficios de establecer prioridades en su carrera profesional. Tener un objetivo profesional significa tener claras las habilidades y competencias propias, conocer las posibilidades que aportan las mismas en el mercado de trabajo y saber hasta donde se puede (y quiere) llegar. Ello facilita que la persona que busca empleo diseñe las estrategias más convenientes y evalúe los resultados en función de las expectativas. Para cualquier orientador, que un usuario sea capaz de identificar correctamente y de manera firme su objetivo profesional es casi un sueño. Más de la mitad de su trabajo estará hecho y sólo tendrá que ayudar a dicha persona a adecuar las estrategias, de manera objetiva, a las realidades que pretende conseguir.

Lástima que la mayoría de las veces nuestro usuario no vaya más allá de responder a la pregunta: “¿En qué quieres trabajar?”, con un lacónico (y deprimente para el orientador, todo sea dicho): “En algo de lo mío”. Y eso es en nuestro caso, que sólo tratamos con usuarios universitarios, y por ello muy cualificados. No obstante tampoco son infrecuentes en nuestro ámbito respuestas como: “En lo que sea”, “en lo que salga” o directamente “no lo se”. En esta tesitura no hay ninguna estrategia que plantear, ya que las pretensiones son tan vagas e inconsistentes, que nos obligan primeramente a trabajar en aras de discernir cual es ese objetivo profesional.

El primer paso para llegar a algún sitio es saber a donde queremos llegar. Si no tenemos claro a dónde vamos podremos pasarnos la vida viajando, y ser más o menos felices, pero nunca llegaremos a ningún sitio de manera consciente. En eso se resume el concepto de “objetivo profesional”. Pero además hay que tener clara una cosa: los objetivos se pueden modificar, adaptar e incluso eliminar, siendo sustituidos por otros nuevos. Y digo otros porque es posible que no haya solo uno, sino varios. Es un concepto dinámico que se va adaptando a lo largo de nuestra vida profesional. Pero ocurra lo que ocurra con él, y esto es lo importante, toda actividad que realicemos tendrá sentido en todo momento porque estará enfocado a nuestro objetivo final. No estaremos haciendo nada simplemente “por hacer”, sin rumbo ni sentido.

Hay muchas definiciones sobre lo que es el objetivo profesional, pero tal vez la que más me convence sea aquella que dice que es la zona común intermedia que queda entre todo lo que se hacer, todo lo que me gusta y todo por lo que me pagan. Considero que es la más realista de todas, pues interpreta la mayoría de necesidades que son imprescindibles para que una persona se desarrolle y realice como tal.

Uno de los mayores problemas que se pueden observar al desarrollar objetivos profesionales en orientación suele ser el miedo al fracaso. Muchas veces se comprenden los beneficios de establecer objetivos, pero se rehúye la decisión por miedo a no ser capaz de lograrlos, no responder a las expectativas que generamos en nosotros o en los demás o simplemente tener miedo de afrontarlos. Superar estas barreras es absolutamente imprescindible; y saber que los objetivos son dinámicos y pueden ser modificados suele ayudar bastante. Si somos realistas, tanto con nuestras capacidades como con el mercado al que nos enfrentamos, no debe haber temor que no pueda ser superado bien de manera individual o con la ayuda de la orientación.

Te pregunto a ti, universitario recién titulado en busca de tu primer empleo: ¿Te conoces a ti mismo?, ¿Has pensado en qué tipo de trabajo te sentirás más a gusto?, ¿Has reflexionado sobre lo que estás dispuesto a aceptar para trabajar en una empresa?, ¿Estás informado sobre qué sectores tienen más posibilidades en los próximos años?, ¿Sabes qué puedes aportar a una empresa?, ¿Conoces cuáles son tus ventajas competitivas en el mercado respecto a otros compañeros?. Esa y otras muchas preguntas son las que conforman nuestro objetivo profesional.

Si lo tienes, enhorabuena. Estoy seguro que estás mucho más cerca de alcanzar tu meta. Por una parte no perderás el tiempo con tareas que no tienes muy claro a donde te llevan, y por otra no te surgirán dudas acerca de cómo afrontar el futuro. Ello te permitirá concentrar tus esfuerzos en lograr esa meta que tanto ansías.

Si no lo tienes, no te preocupes. Te recomiendo que te pongas a concretarlo. Por parte de cualquier servicio de orientación en general, y del nuestro en particular, tendrás todo el apoyo necesario para que lo logres. Pero tal vez debas hacer una tarea previa a determinar tu objetivo profesional: convencerte a ti mismo de su utilidad. Sólo hay una cosa peor a no hacer algo, y es hacer algo sin tener claro el porque lo hacemos.

Un problema añadido que vendrá a continuación de la determinación del objetivo profesional es el de cómo transmitir al mercado este objetivo y como puede ayudarnos su difusión en nuestra red de contactos. Dejo marcada esta cuestión para una próxima entrada en este blog.

También es posible que no estés de acuerdo con la utilidad de concretar objetivos profesionales. Si es así deja aquí tu opinión.

viernes, 23 de octubre de 2009

¿Porqué crees tú que te debían dar ese trabajo?

Hoy ha venido a vernos María.
María acaba de terminar Economía y está deseando trabajar. Ya ha empezado a enviar su currículum a varias empresas y una de ellas la ha citado el martes para hacerle una entrevista.
Por eso María, a pesar de ser una chica muy abierta, tiene miedo. Miedo a no saber responder a lo que le pregunten, a no manejarse con soltura en el idioma, a no caerle bien al entrevistador, a cometer errores….

María ha acudido al CIPE para ver como le podemos ayudar. Y ante mi primera pregunta ella se queda en silencio y no sabe qué contestar: “¿Porqué crees tú que te debían dar ese trabajo?”- le he preguntado -. O lo que es lo mismo: “¿Qué puedes ofrecerle a la empresa?”, “¿Qué beneficio pueden obtener si te contratan?”.
Y María no ha sabido cómo responder.

Cuando vamos a una entrevista de trabajo, lo primero que tenemos que aprender es a vendernos. Sí, como suena. La empresa que pone el anuncio busca a una persona que le solucione sus problemas, que le ofrezca garantías de éxito, y por eso es fundamental confiar en nosotros mismos y ser capaces de transmitir esa confianza. Y eso lo conseguiremos si miramos a los ojos al entrevistador, si no dudamos a la hora de contestar ni nos mantenemos en silencio ante sus preguntas y si contestamos con seguridad. Por eso le insistí a María que es muy importante que sepa valorarse, ver cuáles son sus puntos fuertes y que no le de vergüenza contárselos al entrevistador.

En un momento de nuestra charla, a ella le suena su móvil y después de decirme muy educadamente: -“Ana, perdona un segundo”-, contesta a su llamada. Lo del móvil es algo que nunca te puede pasar en la entrevista de trabajo. Seguramente estarás nervios@, pero debes intentar tenerlo todo controlado cuando llegues al lugar de la cita: ¡Hay que llegar puntuales, relajados, con el móvil apagado, con buen aspecto y con una sonrisa! ¡ES FUNDAMENTAL SONREIR AL ENTREVISTADOR!

María también estaba muy preocupada por la ropa que se debía poner: “¿Tengo que arreglarme mucho?, ¿Me pongo pantalones? ¿……?” En estos casos, y para no equivocarte, la imagen que transmitas siempre tiene que estar adaptada al puesto al que optas, así que vístete como si ese fuese ya tu primer día de trabajo en la empresa. ¡Ten sentido común!

¡Qué dura es la vida del buscador de empleo! ¡Cuantas cosas tienes que controlar! Pero… ¿Has pensado alguna vez lo emocionante que será esa carrera de obstáculos y lo bien que te vas a sentir cuando al final digas “LO CONSEGUÍ”?
Pues ánimo, que TÚ PUEDES. Seguro que sí.
Y si necesitas una ayuda extra, haz como María y contacta conmigo en el CIPE de Albacete (ana.garcia@uclm.es) o con cualquiera de mis compañeros en el resto de los campus.
Te esperamos.

viernes, 18 de septiembre de 2009

¿Y puedes separar los siete cerdos...?

Bueno pues soy Javier, técnico del CIPE en CR, y me lanzo a escribir la primera entrada del blog tras la presentación de nuestra web el pasado miércoles, de la cual ya he visto que se han hecho eco muchos medios de comunicación e incluso otros blog como el de sondeoeconomico.com

Sin duda los procesos de selección han evolucionado con el tiempo. Hoy en día tienen poco que ver con los que se superaban hace unos años. Siguen existiendo las entrevistas, siguen existiendo las pruebas profesionales, siguen existiendo las pruebas psicotécnicas o de personalidad. Pero no son ni mucho menos iguales. Lo que no podemos negar es que las consultoras de recursos humanos se "estrujan" cada vez más el cerebro para "hacer sufrir" a nuestros candidatos (dicho con todo el cariño por si nos lee alguna).

Lo último que he visto es un novedoso sistema, ideado por Adecco, para seleccionar directivos mediante......¡videojuegos!. La empresa advierte que, hasta ahora sólo es una prueba piloto, pero también aseguran que “aquellos que tienen un cociente intelectual mayor son capaces de resolver los rompecabezas entre tres y cinco horas antes que los que tienen menor capacidad” y que “sólo viendo cómo se manejan con el videojuego podría detectar a personal un 30% más efectivo”.

Así que queridos usuarios del CIPE, coged la Nintendo DS más cercana o la PSP de vuestra hermana pequeña y empezad a prácticar. Voy a hacer la propuesta de comprar para el CIPE unas cuantas para que los técnicos podamos entrenar (a ver si cuela jeje).

Os dejo el video de la noticia (cortesía de Telemadrid)

martes, 14 de julio de 2009

Bienvenid@

Hola! Bienvenido al Blog de empleo del Centro de Información y Promoción del Empleo de la Universidad.

Seguro que tú, seas aún estudiante o estés ya inmerso en la intensa tarea de buscar trabajo, has oído hablar de nosotros. Incluso es posible que alguna vez hayas contactado con el CIPE de forma directa.

La función de las personas que nos dedicamos a la orientación universitaria, es hacerte un poco más fácil el trabajo de “buscar trabajo”, hacerte ver que no estás solo en ese camino hacia tu meta profesional y aportarte las herramientas necesarias para que ese empleo tan deseado llegue por fin a tus manos.

Son muchas las cosas que debes conocer. Y para eso hemos creado este blog.

En él pretendemos plasmar reflexiones, ideas, comentarios e información para solventar tus dudas, miedos y todo aquello que hoy en día preocupa a un titulado universitario que se enfrenta por primera vez a la vorágine del mundo “real” en el que no hay tanto empleo como sería deseable y en el que muchos de vosotros buscáis vuestro hueco.

En estas páginas irás encontrando pensamientos, sensaciones e ideas que pasan por la cabeza de unos orientadores y orientadoras con varios años de experiencia en este campo y acostumbrados a charlar abiertamente con personas como tú ,que todos los días se sientan en su despacho a pedir información, orientación, asesoramiento… y a veces una simple “oreja” que escuche lo ellas tienen que decir.

Trabajar en un centro de empleo de una Universidad es un trabajo apasionante. Y cada día encuentras personas diferentes que te aportan energía, vitalidad, ilusión, entusiasmo y todas esas características que los jóvenes (y los no tan jóvenes) tenéis. Y eso queremos que se muestre en este blog.

Espero que la nueva herramienta que supone este espacio virtual, nos ayude tanto a nosotros como a ti. Y para eso necesitamos que nos hagas llegar tus impresiones y comentarios a todo lo que vaya apareciendo en el blog, que corras la voz y que lo utilices como un medio más para en el que apoyarte en ese salto definitivo al mundo laboral.

Te esperamos aquí.