lunes, 30 de agosto de 2010

¿Qué hacer una vez terminados tus estudios?

Es posible que esta pregunta esté en tu cabeza una vez finalizados tus estudios. Inicialmente quizás hayas decidido que te mereces unas vacaciones, esto está bien, pero siempre que tenga una fecha de finalización, tal vez sea ahora en septiembre el momento que te fijaste.

Por tanto, ¿qué hacer a partir de ahora?

Si decides empezar a buscar empleo debes ponerte en marcha y volver a usar el despertador. La búsqueda de empleo, supone adoptar una actitud activa, “es un trabajo en si mismo”, que va a requerir que te organices, que dediques tiempo, por tanto considera esa búsqueda como un trabajo con un horario fijo y exclusivo de dedicación a esta labor. Esta distribución de tiempo te permitirá disfrutar de momentos de ocio y dedicación a otras actividades.

Pero, ¿cómo abordar la búsqueda activa de empleo?

En primer lugar partiremos del conocimiento propio, de nuestras capacidades y competencias, podemos encontrar más información sobre este punto en el blog (receta tercera: “conócete a ti mismo”).

Utiliza tu red de contactos, ya que es uno de los mejores y más eficaces procedimientos para encontrar empleo. Se trata de que la mayor parte de gente sepa cuales son nuestras competencias y qué tipo de trabajo podemos desarrollar. Recuerda que siempre hay alguien de tu entorno que conoce a alguien que te puede dar información o ayudar.

A continuación debes conocer las distintas vías a utilizar para el acceso al empleo, tales como candidaturas espontáneas, cuando nos dirigimos a una empresa aunque no tiene oferta abierta al público, nuestro currículum pasará a formar parte de la base de datos y ser tenido en cuenta en un momento posterior.

Estar inscrito en distintas bolsas de empleo es otra posibilidad, desde CIPE se gestiona una bolsa específica para universitarios, aunque puedes encontrar otras en asociaciones profesionales, empresariales, empresas de selección o consultoras de recursos humanos, etc. Es importante mantener actualizada la candidatura.

Junto a esto debes considerar tu inscripción en el Sepecam, que es el Servicio Público de Empleo de Castilla – La Mancha, este es el organismo oficial para poner en contacto a demandantes de empleo con empresas. La inscripción en el mismo te facilitará también el poder realizar algún curso que complemente tu formación.

Las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) otra vía, ya que cuentan con bases de datos de demandantes de empleo con los que cubren las ofertas de empleo recibidas. Recuerda que muchos de los empleados de una ETT acaban en puestos fijos en las empresas clientes.

Los Foros de Empleo, dónde tendrás la oportunidad de contactar directamente con los responsables de recursos humanos y entregar el currículum vitae, así como participar en procesos de selección. Recuerda que la UCLM organiza anualmente el foro UCLMempleo.

Internet, se ha consolidado como uno de los medios más utilizados y creciendo. En la web podemos encontrar páginas especializadas en empleo. La Guía de Orientación recoge distintas web de empleo.

Anuncios en distintos medios de comunicación, forma parte de la búsqueda consultar a diario distintos medios de comunicación en los que puedan aparecer ofertas de empleo.

A continuación organízate para localizar las ofertas, ofrecerte a aquellas empresas de tu interés, organizar una red de contactos, así como mantenerte al día profesionalmente o aprovechar los periodos de desempleo para seguir formándote.

Para ello prepara la documentación que vas a utilizar, tanto currículum como cartas de presentación, organiza el archivo en el que incluirás la información remitida a cada sitio, y registra los datos de tus contactos. No olvides fijar un horario para realizar cada cosa y marcarte los objetivos a conseguir.


Por último añadir, que la búsqueda activa de empleo debe afrontarse con rigor, pero también con actitud optimista y positiva, disfrutando del trabajo bien hecho.

viernes, 27 de agosto de 2010

Tercera Receta: Conócete a ti mismo


La siguiente receta que planteamos está muy vinculada con nosotros mismos, es decir, nos vamos a ver obligados a involucrarnos totalmente, porque se trata de analizarnos a fondo para después desarrollar una estrategia de venta entre los contactos. Además ahora que van finalizando las vacaciones y como se dice, “se vuelve a la rutina”, nos va venir muy bien, ya que es momento de reflexionar y replantear nuestros objetivos para esa búsqueda de empleo que estamos llevando a cabo.

Nos gustaría lanzar una pregunta: Intentad recordar ¿cuánto tiempo de vuestra vida habéis dedicado a pensar en vosotros, en cómo os comportáis, en cómo sois y en la imagen que ofrecéis a los demás? … ¡sed sinceros!...
¿Sorprendidos???

¡Pues llegó el momento! Hay que pegar un frenazo en seco, y darnos nuestro tiempo para conocernos y saber que vamos a vender al mundo laboral. Por norma general, casi nadie dedica un tiempo de su vida a analizar los puntos fuertes o débiles que posee, no se sabe si es por no darle importancia a este asunto, por falta de seguridad, porque no sabemos como hacerlo, o incluso porque tenemos la creencia de que no somos nosotros quién tiene que decir lo bueno o malo que poseemos como personas, etc. Albert Einstein dijo: “Conocer bien a los demás es inteligente, conocerse bien así mismo, es sabiduría”, y estamos totalmente de acuerdo, una persona que se conoce a sí misma podrá enfrentarse a cualquier situación sabiendo con lo que cuenta y cómo usar esos recursos, a la vez que puede ir elaborando un plan de mejora de aquellos puntos débiles que puedan ser un impedimento para avanzar en su proyecto de vida.

Te planteamos diferentes estrategias para conocerte a ti mismo:

– Elaborar una lista con todos los logros y objetivos conseguidos en nuestra vida tanto personal, académica o profesional, y por otro lado los errores, dificultades o impedimentos para no alcanzar las metas planteadas. Anota cualquier detalle o dato, por pequeño o tonto que te parezca, todo puede aportar información relevante.

– No podemos limitar nuestra identidad al pasado. Por lo tanto otro modo sería realizarnos diferentes preguntas a nosotros mismos, sobre nuestros pensamientos, sentimientos, creencias,… buscando las respuestas que nos den la información necesaria para conocernos mejor. Las preguntas a plantear podrían ser de tipo:
¿Qué características poseo que me diferencian de los demás?
¿Qué es lo más importante para mí?
¿Qué sé hacer?
¿Qué me gusta hacer?
¿Me siento seguro de mis capacidades?
¿Haciendo qué cosas me siento satisfecho? Y ¿Con cuáles incomodo?
¿Cumplo con los objetivos que me planteo o me plantean? ¿Cuáles?

– Por otro lado podemos optar por obtener la información externamente, preguntando a nuestro entorno de confianza que nos puedan ofrecer una visión sobre la imagen que tienen los demás de nosotros, interrogando a: familia, amigos, compañeros de facultad, personas con las que compartes aficiones y actividades de ocio, conocidos del entorno profesional y académico, etc. Generalmente de este modo se extrae información que por nosotros mismos nunca la obtendríamos, por no ser conscientes de ella (no es lo mismo como uno se ve que como lo ven lo demás, tanto en lo positivo como en lo negativo).

Con toda la información recogida, se debe hacer un análisis exhaustivo, y una confrontación de los datos obtenidos externamente con los nuestros propios. El resultado será una valoración amplia de nuestro perfil y totalmente ajustada a la realidad. Ahora ya solo tendríamos que creer en el producto (que somos nosotros mismos con nuestros defectos y virtudes), elaborar una estrategia de marketing personal (como vamos a realizar esa venta de nosotros mismo) y lanzarlo al mercado laboral (pasar a la acción y vendernos en todas las ocasiones posibles: entrevistas de trabajo, reuniones con profesionales del sector, redes de contactos, etc.)

Ya tenemos los ingredientes y el objetivo de qué queremos hacer; el siguiente paso de la receta, es realizarla…pero lo veremos en la próxima entrada de nuestro blog.

"Conocerse a uno mismo es la tarea más difícil porque pone en juego directamente nuestra racionalidad, pero también nuestros miedos y pasiones. Si uno consigue conocerse a fondo a sí mismo, sabrá comprender a los demás y la realidad que lo rodea". (Alejandro Magno)