jueves, 17 de noviembre de 2011

B3. Bueno, bonito y barato


En estas últimas semanas, dentro de mi trabajo diario he estado asesorando a la gente a prepararse distintas pruebas de selección, y me sigue sorprendiendo como la gente no valora los logros o puntos fuertes que posee y que puede vender a las distintas empresas, generalmente a través de su entrevista personal.
A la inmensa mayoría nos cuesta hablar de nosotros abiertamente y más si lo que tenemos que hacer es decir cosas positivas y argumentar porque es así. Partiendo de que no  le damos valor a aspectos, actividades, capacidades o competencias de las que disponemos en nuestro curriculum y que pueden ser muy atractivas y valorables por nuestro empleador, esto hace que en muchas ocasiones tengamos la partida perdida de antemano. Es cierto que no poseemos mucha experiencia en determinados puestos que nos requieren, o que no tenemos un determinado nivel de idiomas, o una formación concreta… ¿y? ¡La empresa lo sabe cuando nos llama para participar en el proceso!...os recuerdo que han visto el curriculum y que… ¡os han llamado a pesar de ello!
Esa debería ser nuestra idea positiva, que llevaremos en la recamara, y que nos servirá de gran ayuda ante cualquier momento de bajón que podamos tener: “Algo interesante habrán visto en mi curriculum para contar conmigo”… Y es cierto, las cosas a día de hoy no están para perder el tiempo con gente que no interesa o se considere que pueda aportar algo a entidad. Por ello, en primer lugar debemos confiar en nosotros y en nuestras posibilidades, y seguidamente conocer nuestros puntos fuertes y débiles, los logros conseguidos, las capacidades que se ajustan al perfil que solicitan, lo que podemos ofrecer, etc.
Para ello haremos un análisis pormenorizado de todos estos factores, que hemos ofrecido, o en nuestra carta de presentación o en nuestro  curriculum vitae. Por ejemplo si me presento a un puesto en el que voy a desarrollar un trabajo relacionado con la venta y el contacto directo con el cliente, es de suponer que serán importantes todas las competencias orientadas a ello, como: la comunicación verbal y no verbal, además de la capacidad de escucha, la observación, el análisis para buscar las necesidades en el cliente, la paciencia, flexibilidad, persuasión, negociación,… entre otras. Y nosotros/as contamos con: un par de experiencias laborales, como camareros/as en un restaurante los fines de semana y en una franquicia de comida rápida, tanto elaborando el producto como atendiendo a los clientes. Pero además hemos participado en varios certámenes de debate universitario y hemos sido durante dos años becarios/as en la residencia donde nos alojábamos durante nuestros estudios, siendo responsable de diferentes servicios dentro de ésta. Estos datos serán los pilares de nuestra venta, de forma que plantearemos: “Como habrán podido ver en mi curriculum he realizado un par de trabajos de atención al público en distintos sectores, lo que ha reforzado mi capacidad de comunicación tanto verbal como no verbal ante diferentes tipos de personas y ha mejorado enormemente mi capacidad de escucha. También he participado en dos certámenes de debate universitario, los cuales me han aportado una gran competencia para argumentar y vender mis ideas. Además he de añadir, que tuve la oportunidad de estar de becario/a en la residencia universitaria donde estuve durante mi formación académica, y entre otras funciones organizaba actividades culturales y recreativas, lo que me ha supuesto una amplia experiencia para planificar, organizar y gestionar actividades, además de responsabilizarme del buen funcionamiento de los servicios con los que ésta contaba (biblioteca, sala de estudio, comedor,… ), hecho que ha contribuido a la consolidación de mis habilidades sociales y la adquisición de un alto sentido de la responsabilidad”.
Los grandes profesionales son los que con los recursos de que disponen sacan adelante cualquier objetivo que se planteen, ¡empieza a ser un GRAN PROFESIONAL! , cree en ti mismo y en todo lo que tienes que ofrecer. Las oportunidades están para aprovecharlas, no para dejarlas pasar.
El segundo factor importante en esta venta es la palabra: qué decir, cómo hacerlo, qué lenguaje usar, de qué forma exponer,… es decir nuestra capacidad comunicarnos, y en este caso concreto de expresar ideas. Es aconsejable que el discurso disponga de grandes dosis de persuasión y convicción, mucho entusiasmo y que nuestros gestos acompañen a la disertación que estamos realizando, usar nuestras manos para expresarnos mejor es positivo, y sobretodo estar convencido y creer en lo que se está diciendo… porque cuando pensamos lo que decimos o decimos lo que pensamos estamos atrayendo lo que se está pensando (Libro “El secreto”, Rhonda Byrne).
Sin duda alguna, el cuidado, la preparación, el afianzamiento y la combinación de estos dos factores ¡¡son la llave a nuestra oportunidad!!
“Sólo hay dos cosas que nunca vuelven atrás, la palabra pronunciada y la oportunidad perdida”. (Fernando Vecchio)