Esta es sin duda una de las afirmaciones que más he escuchado en mi despacho del CIPE en los últimos meses. Parece que nuestros titulados/as han asumido que estamos en época de “vacas flacas” y ven como única salida al mercado laboral la preparación de una oposición. Las encuestas indican que más del 60% de los jóvenes parados ven su futuro en las Administraciones Públicas y se lanzan en masa a las oposiciones. La crisis ha disparado el número de candidatos, lo que ha provocado que se haya elevado en la Administración General del Estado el ratio de 10 opositores por plaza de 2008 a casi 40 por plaza de este año.
Pero hay algo que nuestros jóvenes no tienen en cuenta, y es que las Administraciones “tampoco tienen dinero”, lo que implica una menor oferta de puestos. Así, la carrera hacia un empleo público es cada vez más complicada porque hay más candidatos para menos plazas y esto supone que hoy en día no es suficiente con aprobar la oposición sino que hay que ser el mejor para poder obtener ese puesto de trabajo tan deseado.
Tal vez nuestros universitarios deberían dedicar los mismos esfuerzos a ser los mejores también en la empresa privada. Porque los empresarios siguen estando –cada vez más- en busca del talento, de esas competencias que no se adquieren sólo en la Universidad y que capacitan a nuestros titulados para afrontar cualquier obstáculo en su carrera hacia el éxito profesional.
En definitiva, que los nuevos graduados, dispuestos a competir a nivel europeo, serán (y en muchos casos ya lo son) los mejor preparados en mucho tiempo gracias al esfuerzo dedicado por muchos de ellos a preparar una oposición. Pero para aquellos que sean dinámicos, activos, con iniciativa, con expectativas o simplemente dispuestos a asumir diferentes retos profesionales, la empresa privada sigue esperando que toquen a su puerta.
Tal vez ahora, cuando la mayoría de nuestros titulados se decanta por un empleo público con pocas plazas y muchos competidores, sea tu oportunidad.
Si estás buscando empleo, no dejes que el desánimo o los malos augurios económicos frenen tu carrera profesional. El empleo público no es la única opción. Prepárate como el mejor, igual que lo harías para una oposición con muchos candidatos, pero primero decide si tu lugar está en la empresa pública o en la privada. En las dos tienes posibilidades si eres de los mejores. Las dos te están esperando si confías en ti y te preparas a conciencia.
Decide. Pero no sólo con la cabeza. Pon también tu corazón y busca aquello que realmente te llene. Haz lo que quieras hacer, lo que te guste, porque la situación económica cambiará y tu futuro aún está por escribir. Y debe ser un futuro que te haga feliz, cosa que sólo se consigue plenamente cuando uno trabaja en lo que realmente le gusta
¿Eres capaz de verte en él? Pues a por ello.
Pero hay algo que nuestros jóvenes no tienen en cuenta, y es que las Administraciones “tampoco tienen dinero”, lo que implica una menor oferta de puestos. Así, la carrera hacia un empleo público es cada vez más complicada porque hay más candidatos para menos plazas y esto supone que hoy en día no es suficiente con aprobar la oposición sino que hay que ser el mejor para poder obtener ese puesto de trabajo tan deseado.
Tal vez nuestros universitarios deberían dedicar los mismos esfuerzos a ser los mejores también en la empresa privada. Porque los empresarios siguen estando –cada vez más- en busca del talento, de esas competencias que no se adquieren sólo en la Universidad y que capacitan a nuestros titulados para afrontar cualquier obstáculo en su carrera hacia el éxito profesional.
En definitiva, que los nuevos graduados, dispuestos a competir a nivel europeo, serán (y en muchos casos ya lo son) los mejor preparados en mucho tiempo gracias al esfuerzo dedicado por muchos de ellos a preparar una oposición. Pero para aquellos que sean dinámicos, activos, con iniciativa, con expectativas o simplemente dispuestos a asumir diferentes retos profesionales, la empresa privada sigue esperando que toquen a su puerta.
Tal vez ahora, cuando la mayoría de nuestros titulados se decanta por un empleo público con pocas plazas y muchos competidores, sea tu oportunidad.
Si estás buscando empleo, no dejes que el desánimo o los malos augurios económicos frenen tu carrera profesional. El empleo público no es la única opción. Prepárate como el mejor, igual que lo harías para una oposición con muchos candidatos, pero primero decide si tu lugar está en la empresa pública o en la privada. En las dos tienes posibilidades si eres de los mejores. Las dos te están esperando si confías en ti y te preparas a conciencia.
Decide. Pero no sólo con la cabeza. Pon también tu corazón y busca aquello que realmente te llene. Haz lo que quieras hacer, lo que te guste, porque la situación económica cambiará y tu futuro aún está por escribir. Y debe ser un futuro que te haga feliz, cosa que sólo se consigue plenamente cuando uno trabaja en lo que realmente le gusta
¿Eres capaz de verte en él? Pues a por ello.