jueves, 6 de junio de 2013
Eres lo que publicas
Hoy empezamos nuestro blog con una adivinanza: “¿Qué tienen en común una parada de autobús, los pasillos de la universidad, un concierto, un parque, una calle y un restaurante?”
Seguro que alguno de vosotros ya ha caído: Todos esos lugares (y podríamos añadir muchísimos más) están llenos de personas (jóvenes fundamentalmente) “trasteando” con su móvil. ¿Y qué es lo que hacen? Pues utilizar las redes sociales.
Hoy en día todos tenemos móviles de última generación con acceso a Internet. Y muchos de nosotros no podemos pasar mucho tiempo sin entrar en facebook, twitter, o responder a un whatsApp.
Cada vez más personas hacen uso de las nuevas tecnologías, y a veces incluso podemos llegar a sentirnos absorbidos por ellas. Las utilizamos sobre todo con fines lúdicos, para hablar con los amigos, colgar nuestras fotos más divertidas o enterarnos de las andanzas de nuestros colegas. Pero si las sabemos manejar adecuadamente, también pueden sernos de gran ayuda en el terreno laboral.
Las redes sociales (sobre todo las profesionales), sirven para darnos a conocer, para localizar personas que nos puedan ayudar en nuestra búsqueda o para rastrear las ofertas de empleo que mejor se ajusten a nuestro perfil. Y además nos producen otros efectos positivos como son la facilidad para entrar en contacto con otras personas, la posibilidad de que todo el mundo se entere de las cosas positivas que nos pasan, la sensación de gratificación muy rápida que produce el recibir una respuesta inmediata a algo que escribes, el facilidad para recibir estímulos motivadores simplemente con que alguien haga clic en el “me gusta” cuando publicas algo, el reconocimiento personal al ver que nos siguen, etc.
Podríamos dar miles de razones para utilizar las nuevas tecnologías en nuestro beneficio. Pero tal vez la más importante sea que mientras buscamos ofertas de empleo, respondemos a una solicitud o leemos la sección de ofertas de trabajo del periódico o de nuestra Universidad, nos sentimos activos. Y eso es imprescindible para buscar empleo. Si no caemos en el desánimo y nos damos a conocer en el mundo virtual, nuestra labor será más llevadera. Y quién sabe si un día de estos, uno de tus “amigos” de Facebook o un seguidor de Twitter te ofrece la oportunidad que estás buscando. Eso sí: no olvides que tu imagen profesional está en juego y solo tú debes decidir qué quieres vender. Hoy, más que nunca, “Eres lo que publicas”.
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