martes, 23 de noviembre de 2010

Si quieres llegar a algún sitio debes moverte

Reflexión obvia  ¿no?. Podría haber iniciado esta entrada con cualquiera de las muchas frases que múltiples pensadores han ido dejando a lo largo de la historia acerca del movimiento. ¿Quién no ha escuchado aquello de “el movimiento se demuestra andando”? Bien, pues fue formulada hace más de 2300 años por el filósofo griego Diógenes de Sinope.

Desde entonces todo el progreso de la humanidad, que ha sido mucho, se ha fundamentado sobre el movimiento. Si a nadie se le hubiera ocurrido dar un paso en determinadas circunstancias nuestro mundo actual no sería como es, si nadie se hubiera arriesgado seguiríamos viviendo en una sociedad primitiva. Afortunadamente nuestros antepasados fueron valientes y se arriesgaron. Dieron un paso al frente y ello ha provocado que nuestra vida sea más fácil que la que tuvieron ellos, nuestra esperanza de vida se haya multiplicado y nuestro grado de libertad y desarrollo social sea infinitamente mayor del que disfrutaron ellos y ellas.
Además y siguiendo con mis reflexiones filosóficas, se nota que llega el invierno, puedo asegurar que comenzar a moverte puede resultar una decisión complicada y arriesgada. Pero también todo un logro maravilloso. Una vez en movimiento es difícil que nada ni nadie pueda pararte. Thomas Hobbes, padre del materialismo mecanicista, ya decía en el siglo XVII:

“Una vez que un cuerpo está en movimiento se mueve eternamente a menos que algo se lo impida; y cualquiera que sea la cosa que impida este movimiento no podrá extinguirlo en un instante sino al cabo de cierto tiempo y gradualmente”.

Para Hobbes el hombre se mueve continuamente para alcanzar sus deseos; este movimiento se clasifica en dos tipos: de acercamiento, el hombre siempre se acerca a las cosas que desea y de alejamiento, el hombre se aleja de las cosas que ponen en peligro su vida. Conclusión: por mucho que desees algo es altamente improbable que lo consigas si no te acercas a ello.
Dejemos la filosofía y volvamos a la cruda realidad. No tienes trabajo y estás buscando una salida profesional. ¿Consideras que te estás moviendo lo suficiente para tener éxito? ¿Te estás acercando a ese objetivo que es poder desarrollar tus conocimientos dentro de una organización y que la misma te remunere adecuadamente por ello?. Si, ya lo sé, me dirás que echas instancias en todas las ofertas que hay, que has mandado cientos de autocandidaturas, que has movido todos los contactos, que estás formándote haciendo cursos y mas cursos. También me dirás que las empresas cada vez piden más: más experiencia, más idiomas, más habilidades. Es normal, la oferta es escasa y la demanda alta. No es nada nuevo, hace siglos que ocurre. Ante un mayor número de candidatos las empresas tienden a pedir más y más requisitos, por pedir que no quede.
Pero aparte de todo lo que estás haciendo reflexiona un poco: ¿Estás demostrando todo lo que vales? ¿Has pensado como revertir la situación o te has dejado llevar por lo que te han dicho? ¿Has planificado correctamente la búsqueda, más allá de ponerte a buscar mecánicamente ofertas?. No me gustan las listas de consejos porque tienden a ser entendidos como verdades absolutas y pueden ser tomadas como una solución fácil que nos evite pensar. Pero se me ocurren algunas recomendaciones para hacerte pensar, seguro que no es la primera vez que las escuchas. Eso sí, para que sean eficaces más que escucharlas debes ponerlas en práctica y eso ya depende de tí:

1.      Planifica. No por moverte mucho vas a llegar antes. Debes tener claro tus objetivos, donde estás, que puedes ofrecer y a donde quieres llegar. Si actúas razonadamente veras en que te estás equivocando y podrás variar tus decisiones. Si no estarás en un bucle interminable de actividad sin sentido.
2.      Actúa. Las decisiones se ejecutan. Si no se llevan a cabo no sirven de nada; es preferible equivocarse que no intentarlo.
3.      Piensa en positivo. La situación para buscar empleo hoy no es fácil, pero si piensas en negativo aún te desanimarás más.
4.      Abre la mente. No por repetir algo que no funciona hasta el infinito te va a acabar funcionando. Es posible que sí, pero no es probable. Habrá que buscar nuevas alternativas. Y si estás pensando en algo nuevo que pueda mejorar tu situación adelante, aunque no te lo haya recomendado aún nadie. En las ideas originales hay más probabilidad de éxito.
5.      Se proactivo/a. Seguro que si nos sigues habitualmente en este blog ya sabes a que nos referimos. Ser proactivo significa moverte en función de lo que te rodea, saber analizar situaciones y actuar en el momento justo con la energía adecuada.
6.      No debes esperar. Vale, ya sé que los medios de comunicación nos transmiten continuamente el mensaje de los políticos de que la situación va a mejorar y es cuestión de esperar un tiempo. No podemos predecir el futuro. Si te limitas a esperar que amaine el temporal te puedes quedar atrás. Como bien dice el Dalai Lama: “Esfuérzate por conseguir lo mejor, pero prepárate para lo peor y, sobre todo, nunca te rindas.”
7.      Demuestra. ¿Cómo voy a demostrar lo que valgo si nadie me da una oportunidad?¿ A que lo estás pensando?. Todo el mundo tiene oportunidades, a lo mejor no son como pensabas, pero existen. Hay que buscarlas y si no surge ningún contrato, habrá que mirar algunas prácticas. Y si no hay prácticas siempre podrás demostrar lo que vales mediante el voluntariado: eres universitario y por tanto personal muy cualificado que seguro es bien recibido en entidades sin ánimo de lucro. Recuerda que si estas cerca del trabajo es mucho más fácil que encuentres otro trabajo. Si estás lejos es más complicado.
8.      Expándete. A nivel mental, por supuesto. Los contactos siempre han sido importantes pero hoy lo son más aún. Si nunca los has utilizado, aprende hacerlo. Ni te imaginas la cantidad de oportunidades que se te están escapando. ¿Y qué me dices de las redes sociales profesionales?. Hay muchas oportunidades en este terreno, más allá de Facebook y Tuenti en los que seguro estás pensando. Busca “Linkedin” o “Xing” en Google y te sorprenderás.
9.      Se práctico y no te frustres. Estoy de acuerdo contigo en que después de 20 años estudiando lo último que te esperabas era tener dificultades para trabajar. Pero las hay. . Y es complicado que puedas hacer nada al respecto. Esta no es la película que te habían contado, pero te ha tocado ser la/el protagonista. ¿Quieres un buen consejo? No intentes cambiar de lado el sol que te molesta en los ojos, porque es imposible. Es mejor que cambies tú de posición. Recuerda que en la naturaleza normalmente no triunfa aquel animal que tiene más fuerza, sino el que mejor se adapta al medio en que vive.
10.   Y diez. Como toda buena lista que se precie debe tener números redondos ¿no?. Pero como aquí tú eres el protagonista: ¿qué consejo te darías a ti mismo para mejorar la situación?. Veamos quién es la primera o el primero….

3 comentarios:

  1. No te pongas tu las limitaciones cuando veas la oferta: Al leer una oferta la consideramos la ideal para nosotros pero al seguir leyendo y ver las exigencias nos decimos bufff... piden demasiado...considero que ese es un error garrafal.

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  2. No te pongas a echar CV como "un loco". Esto solo te llevará a la confusión o a que te puedan llamar de algún trabajo que en realidad no te gustaría. Seleciona aquellas empresas y puestos que te gustaría desempeñar. Hay que ser siempre optimista ¿Por que no puedes ser tu el candidato perfecto para ese puesto?

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  3. Centrate en tus objetivos profesionales y escudriña todo aquello que pueda ofrecerte oportunidades para conseguir ese puesto de trabajo que tanto deseas, no escatimes esfuerzos,te sorprenderás de los resultados que puedas conseguir. También es importante apoyarte en personas de confianza que profesionalmente ya han superado esta dura experiencia y pueden servirte de guia, no olvides que esta búsqueda está llena de dificultades, por lo tanto es fundamental que te centres en la búsqueda de ofertas y empresas que te ofrezcan la oportunidad de trabajar en lo que tu deseas. Con tu preparación profesional y siendo proactivo siempre tendrás la oportunidad de demostrar que vales para el puesto y que serás capaz de trabajar los objetivos que persiga la empresa a la par que logras los tuyos con tu esfuerzo, dedicación y aprendizaje continuo.

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