Hace unas semanas hemos empezado en el CIPE con nuestra serie de talleres dirigidos a aquellos de vosotros que acabáis de terminar la carrera o estáis ya a punto de hacerlo y vais a empezar a buscar trabajo. Desde siempre hemos intentado que nuestros talleres del “aula permanente de empleo” sean sobre todo motivadores y que os ayuden a iniciar esa búsqueda de empleo con buen ánimo y actitud positiva. Pero quizá ahora, en estos tiempos en los que hay más demandantes que ofertas de empleo, tengamos que prestarle más atención a eso que llamamos “ACTITUD”.
Cuando terminamos la carrera estamos en disposición de realizar bien nuestro trabajo, somos aptos para un determinado puesto, tenemos la capacidad o facultad para realizar adecuadamente una tarea. Es decir, tenemos APTITUD.
Pero la cosa cambia cuando hablamos de nuestra ACTITUD. En este caso ya no se trata de nuestra capacidad, sino de nuestra forma “real” de actuar, de nuestro comportamiento a la hora de hacer las cosas, de nuestra disposición mental, de nuestro estado de ánimo, de nuestra motivación. En definitiva representa nuestra forma de adaptarnos al entorno, de asumir las cosas que nos pasan.
Y en tiempos como los que nos está tocando vivir, en los que todo el mundo se queja de todo, podemos dejarnos llevar por esas noticias no muy optimistas y caer en una actitud negativa frente a la búsqueda de empleo. ¡Y entonces sí que de verdad no encontraremos nada!
A lo largo de toda nuestra vida tenemos que ir tomando decisiones frente a las circunstancias. No podemos dejar que la suerte nos lleve de su mano, tenemos que coger nuestras riendas y actuar. Si me equivoco no pasa nada, pero si no decido, si no hago nada, no avanzaré. Y es fundamental la actitud que tomemos antes esas situaciones. Podemos progresar, lanzarnos a por todas o asustarnos y dar un paso atrás. La decisión es solo tuya.
La aptitud se desarrolla con la formación (y esa ya la tienes conseguida). Pero la actitud se desarrolla con el ENTUSIASMO, que es el verdadero motor de nuestro comportamiento. Quien está entusiasmado con algo, se esfuerza y muestra una actitud positiva ya que tiene un objetivo por cumplir.
En la búsqueda de empleo, la aptitud sin actitud no sirve de nada.
Si quieres, cambia entusiasmo por motivación y piensa: ¿Tienes un motivo para buscar empleo? ¿Tienes una razón para no dar un paso atrás? ¿Cuál es tu actitud?
Cuando terminamos la carrera estamos en disposición de realizar bien nuestro trabajo, somos aptos para un determinado puesto, tenemos la capacidad o facultad para realizar adecuadamente una tarea. Es decir, tenemos APTITUD.
Pero la cosa cambia cuando hablamos de nuestra ACTITUD. En este caso ya no se trata de nuestra capacidad, sino de nuestra forma “real” de actuar, de nuestro comportamiento a la hora de hacer las cosas, de nuestra disposición mental, de nuestro estado de ánimo, de nuestra motivación. En definitiva representa nuestra forma de adaptarnos al entorno, de asumir las cosas que nos pasan.
Y en tiempos como los que nos está tocando vivir, en los que todo el mundo se queja de todo, podemos dejarnos llevar por esas noticias no muy optimistas y caer en una actitud negativa frente a la búsqueda de empleo. ¡Y entonces sí que de verdad no encontraremos nada!
A lo largo de toda nuestra vida tenemos que ir tomando decisiones frente a las circunstancias. No podemos dejar que la suerte nos lleve de su mano, tenemos que coger nuestras riendas y actuar. Si me equivoco no pasa nada, pero si no decido, si no hago nada, no avanzaré. Y es fundamental la actitud que tomemos antes esas situaciones. Podemos progresar, lanzarnos a por todas o asustarnos y dar un paso atrás. La decisión es solo tuya.
La aptitud se desarrolla con la formación (y esa ya la tienes conseguida). Pero la actitud se desarrolla con el ENTUSIASMO, que es el verdadero motor de nuestro comportamiento. Quien está entusiasmado con algo, se esfuerza y muestra una actitud positiva ya que tiene un objetivo por cumplir.
En la búsqueda de empleo, la aptitud sin actitud no sirve de nada.
Si quieres, cambia entusiasmo por motivación y piensa: ¿Tienes un motivo para buscar empleo? ¿Tienes una razón para no dar un paso atrás? ¿Cuál es tu actitud?
Precioso. ¡¡Una vez más, tengo que dar las gracias por estos consejos y pautas¡¡
ResponderEliminarSeguid así, a mi me encanta todo lo que ponéis.
Un abrazo