viernes, 23 de octubre de 2009

¿Porqué crees tú que te debían dar ese trabajo?

Hoy ha venido a vernos María.
María acaba de terminar Economía y está deseando trabajar. Ya ha empezado a enviar su currículum a varias empresas y una de ellas la ha citado el martes para hacerle una entrevista.
Por eso María, a pesar de ser una chica muy abierta, tiene miedo. Miedo a no saber responder a lo que le pregunten, a no manejarse con soltura en el idioma, a no caerle bien al entrevistador, a cometer errores….

María ha acudido al CIPE para ver como le podemos ayudar. Y ante mi primera pregunta ella se queda en silencio y no sabe qué contestar: “¿Porqué crees tú que te debían dar ese trabajo?”- le he preguntado -. O lo que es lo mismo: “¿Qué puedes ofrecerle a la empresa?”, “¿Qué beneficio pueden obtener si te contratan?”.
Y María no ha sabido cómo responder.

Cuando vamos a una entrevista de trabajo, lo primero que tenemos que aprender es a vendernos. Sí, como suena. La empresa que pone el anuncio busca a una persona que le solucione sus problemas, que le ofrezca garantías de éxito, y por eso es fundamental confiar en nosotros mismos y ser capaces de transmitir esa confianza. Y eso lo conseguiremos si miramos a los ojos al entrevistador, si no dudamos a la hora de contestar ni nos mantenemos en silencio ante sus preguntas y si contestamos con seguridad. Por eso le insistí a María que es muy importante que sepa valorarse, ver cuáles son sus puntos fuertes y que no le de vergüenza contárselos al entrevistador.

En un momento de nuestra charla, a ella le suena su móvil y después de decirme muy educadamente: -“Ana, perdona un segundo”-, contesta a su llamada. Lo del móvil es algo que nunca te puede pasar en la entrevista de trabajo. Seguramente estarás nervios@, pero debes intentar tenerlo todo controlado cuando llegues al lugar de la cita: ¡Hay que llegar puntuales, relajados, con el móvil apagado, con buen aspecto y con una sonrisa! ¡ES FUNDAMENTAL SONREIR AL ENTREVISTADOR!

María también estaba muy preocupada por la ropa que se debía poner: “¿Tengo que arreglarme mucho?, ¿Me pongo pantalones? ¿……?” En estos casos, y para no equivocarte, la imagen que transmitas siempre tiene que estar adaptada al puesto al que optas, así que vístete como si ese fuese ya tu primer día de trabajo en la empresa. ¡Ten sentido común!

¡Qué dura es la vida del buscador de empleo! ¡Cuantas cosas tienes que controlar! Pero… ¿Has pensado alguna vez lo emocionante que será esa carrera de obstáculos y lo bien que te vas a sentir cuando al final digas “LO CONSEGUÍ”?
Pues ánimo, que TÚ PUEDES. Seguro que sí.
Y si necesitas una ayuda extra, haz como María y contacta conmigo en el CIPE de Albacete (ana.garcia@uclm.es) o con cualquiera de mis compañeros en el resto de los campus.
Te esperamos.