viernes, 8 de marzo de 2013

Cuestión de (des)igualdad

Hace 102 años que se celebró la primera convocatoria del Día Internacional de la Mujer Trabajadora y no fue un 8 de marzo, sino 11 días más tarde el 19 de marzo. Y pocos días más tarde, el 25 de marzo, una trágica coincidencia dio más protagonismo a las reivindicaciones que se pretendían con la celebración. Ese día 140 costureras inmigrantes perecieron en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York, en un incendio causado por las lamentables condiciones a las que estaban sometidas: nada mejor para garantizar que cumplían el horario que cerrar las puertas con llave. En aquella época la legislación laboral en Estados Unidos y en el mundo brillaba por su ausencia, pero si encima tenías la mala suerte de ser mujer e inmigrante tu posición era insignificante.
Muchas cosas han cambiado desde entonces, pero curiosamente los países en los que celebró aquella primera edición (Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza) siguen yendo un paso por delante en lo que se refiere a integración social de la mujer en Europa. Tuvieron que pasar muchos años hasta que en 1977 la Asamblea General de la ONU proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
Evidentemente el hecho de que haya que declarar un día para recordar los derechos de la mujer ya indica que hay una discriminación. Y aunque se van haciendo avances la situación de la mujer en nuestro entorno sigue siendo peor que la del hombre. Motivos no nos faltan para recordarlo, a pesar de que el censo deja claro que somos iguales: 50,6% de mujeres en España, frente al 49,6% de hombres. La historia de la presencia social de la mujer es un cúmulo de más y menos:
  1. Menos oportunidades. En muchas sociedades atrasadas de África, América o Asia el nacimiento de una hija es una desgracia, mientras el nacimiento de un hijo es un hecho que se celebra con júbilo. La discriminación empieza en la cuna. En países supuestamente desarrollados como el nuestro, y a pesar de que han cambiado mucho las cosas, el jefe del Estado debe seguir siendo varón, salvo que este no exista. Al parecer, esto tampoco debe de ser considerado importante: 35 años no han sido suficientes para modificar el artículo 57 de nuestra Constitución que habla de la sucesión, mientras que un mes fue suficiente en 2011 para modificar el artículo 135 acerca de la estabilidad presupuestaria.
  2. Más emprendimiento. Según el último informe de la OCDE  las mujeres españolas emprenden más y mejor. La proporción de mujeres autónomas con empleados es de 3.5%, la tercera más alta de la OCDE. Sin embargo, cómo no, las mujeres trabajadoras por cuenta propia ganan un 36% menos que los hombres de media.
  3. Menos trabajo. Según los últimos datos de la EPA el desempleo de las mujeres es del 26,55% frente al 25,58% de los hombres. Pero si desglosamos por nivel formativo, y tomamos a los más cualificados, veremos que la brecha aumenta mucho más: 12,80% de los hombres frente al 16,07% de las mujeres. A más formación, más oportunidades; pero si eres mujer, no tantas.
  4. Más formación. La mujeres estudian más y por regla general obtienen mejores resultados, pero la utilización de estos conocimientos suele ser menor por el entorno que las rodea. El 54,1% de los estudiantes universitarios son mujeres y su presencia es mayoritaria en todas las ramas, excepto en las técnicas. Y encima aprovechan mejor la universidad: el rendimiento de las mujeres en los títulos de grado y máster supera en diez puntos porcentuales al de los hombres: el 71,4% frente al 61,8%. Curiosamente, en cambio, no llegan a representar el 17% del total de cátedras de universidad.
  5. Menos representatividad en puestos directivos. Según el mismo informe de OCDE, sólo hay un 34% de mujeres en puestos directivos y sólo ocupan un 10% de puestos en consejos de administración de empresas que cotizan en bolsa. La Ley Orgánica 3/2007 de igualdad efectiva entre hombres y mujeres establecía un objetivo del 40%. Demasiadas horas en el trabajo, propias de los puestos directivos, son incompatibles con la multitarea tradicional de la mujer. Y no sólo es en la empresa o la universidad, en el propio Gobierno sólo hay 4 mujeres, del total de 13, y en las Reales Academias la presencia de mujeres no llega al 10%.
  6. Más tareas. Es la idea del "todo en uno". Se entiende que una mujer desarrolle su carrera profesional, siempre y cuando siga asumiendo sus tareas familiares. La conclusión es que si quiere trabajar debe multiplicarse para poder llevar la casa, el trabajo y el resto de lo que venga.
  7. Menos sueldo. Según datos del INE de 2012 el salario medio anual, las mujeres es un 22% menos que los hombres: 19.502 euros frente a 25.001 euros. Obviamente mucha parte de culpa la tienen las concesiones que las mujeres hacen en favor de la familia.
  8. Más violencia. España no está ni mucho menos entre los peores países en este ámbito y aún así el 95% de las ordenes judiciales de protección son para mujeres. Para conocer el resto de los datos de violencia sólo hay que prestar atención a diario los medios de comunicación.
Ser mujer u hombre no es una elección, pero la tarea de la igualdad es una tarea de todos. Con estos datos podemos asegurar que en pleno siglo XXI ser mujer sigue sin ser fácil. Así que enhorabuena a todas vosotras. Os animamos a que visitéis la web oficial de Naciones Unidas del día de la mujer, donde encontraréis las múltiples iniciativas que con más o menos éxito se están siguiendo en el mundo.
También os dejamos un video sobre este día que ha lanzado hoy mismo la multinacional norteamericana Kronos, que consideramos refleja perfectamente la situación actual. Está en iglés, pero afortunadamente nuestras mujeres ahora también hablan idiomas...Y por si os lo estáis preguntando, deciros que esta entrada la ha escrito un hombre :-)
 
 

2 comentarios:

  1. !OLE por estos hombres de hoy en día!

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  2. En el último año se ha retrocedido enormemente en igual: ¿sabías que si te quieres divorciar ahora es mucho más caro? muchas mujeres, amas de casa, ¡¡no podrán pagarlo!!
    ¿sabías que el paro nos afecta mucho más a las mujeres que a los hombres?
    Los programas de igualdad han sido reducidos a su mínima expresión cuando no eliminados, las mujeres rurales cada vez tenemos menos medios para independizarnos

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